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diegobarahona

Huevón

Huevón

Huevón

Con todo respeto, dedicado a Nancy

Si hay algo que caracteriza a los chilenos donde quiera que ellos estén es el uso y repetición del vocablo huevón, es algo así como el olor a curry que caracteriza a los habitantes de la India. En general en las conversaciones entre dos chilenos se escucha muy seguido solo un sonido “on”, como por ejemplo  “ya puh ‘on” lo cual significa  “ya pues huevón” o “hola ‘on” con su natural sentido de “hola huevón”, su uso se ha hecho tan común que forma parte del folklore nacional y se ha ido expandiendo por la sociedad, basta ver unos cinco minutos cualquier telenovela de las de TVN para poder apreciarla, y en cualquier entrevista en los noticieros el entrevistado hace uso frecuente de ella. Si no me creen pregúntenle a la ministra Evelyn Matthei en sus delicadas conversaciones con los miembros de la oposición en el congreso (los trato de huevones de mierda). Sus derivados también se han hecho popular, el otro día a raíz de que un infante se salió de la guardería manejada por el Hogar de Cristo y fue encontrada en la calle, al preguntarle el reportero a la madre que pasó, ella solo dijo “no me pregunten huevadas”.

En Internet encontré la siguiente definición: La voz güeón es una variante de la palabra huevón, en ella se produce una sonorización de la consonante inicial y una relajación articulatoria de la consonante intervocálica. Se emplea en Chile y en otros países de América como Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú, Cuba, Bolivia, Argentina con las siguientes significaciones: huevón, na. 1. adj./sust. Referido a persona, tonta simplona.// 2. Persona holgazana, poco trabajadora.// 3. Referido a persona, fresca, aprovechada.// 4. Referido a persona, ladrona.// 5. Persona valiente.// 6. Referido a persona, buena, excelente.// 7. Referido a persona, que pretende conseguir cosas fuera de normas y reglamentos.// 8. Referido a persona, atrevida.// 9. m. y f. Hombre o mujer. Esta palabra presenta las variantes güevón, güeón, güebón y se emplea en el habla espontánea, coloquial con cierto matiz despectivo. (El país donde el uso es más común y regular es Chile)

Después que salí de Chile empecé un proceso de desuso de la palabra luego que tuve un altercado con un taxista que me quería cobrar demás en la Ciudad de México, para terminar la discusión le dije  le dije que era un huevón si pensaba que le pagaría lo que me estaba pidiendo, para mi sorpresa el taxista me respondió con una cara de incomprensión ¿huevón? ¿Por qué?  Y solo ahí caí en la cuenta que dicha palabra significa solamente flojo, es más, cuando una persona es floja dicen que tiene una hueva muy grande. Basado en dicho concepto, deje de usarla y paso al barril de los recuerdos. Sin embargo, cinco años más tarde en San José de Costa Rica encontré a un amigo profesor de la UTE y empezamos a recordar y comentar la situación en Chile, estaba presente un profesor Costarricense y de repente nos dijo algo que nos asombró al hacernos notar que  usábamos la palabra huevón a cada rato, y la verdad es que ni él ni yo no nos habíamos dado cuenta hasta ese momento de la crítica.

Años después con la llegada de Internet y la televisión satelital me fui sumergiendo de nuevo en el lenguaje del ambiente y empecé a notar que las costumbre habían cambiado y lo que era imposible de nombrar en casa se había convertido en algo habitual, y recuerdo que en una micro en Santiago escuche a unas colegiales conversar con un lenguaje que daba pavor como la dictadura había transformado el país. Como punto de base debo decir que jamás escuche a mi madre decir una sola grosería (o garabato como se dice en Chile) y que una vez que acompañe a mi viejo al centro quede estupefacto al escucharlo decir en un encuentro con un viejo amigo  “hola huevón”. Fue la única vez que escuche dicha palabra en la boca de mi viejo, sin embargo debo aclarar que entre los muchachos no éramos tan cartuchos y que todas las palabras las usábamos sin límite pero en una forma natural sin abusar de ellas sobre todo en sentido de payaseo, mas nunca en casa. 

Por otro lado, soy un asiduo lector a los periódicos en Internet  como también  a leer los comentarios de los bloguistas y acostumbro a participar activamente en dichos foros lo cual me permite mantener contacto con el paisito,  a la vez  administro dos espacios en la red donde publico cuando tengo tiempo y temas para escribir. Lo que me interesa de los comentarios es la información que se encuentra y las opiniones basadas en la realidad y en conocimiento, (cuando encuentro puntos de vista interesantes los copio y los guardo en mis archivos para poder ser usados si es que se presenta la ocasión). Con respecto al conocimiento o información real es algo que es posible adquirir con facilidad porque nunca como ahora ha existido tanta información disponible al alcance da la mano, y si las personas opinan por internet significa que tienen acceso a ella. Sin embargo parto de un principio que para mí es importante y es el de no respetar la ignorancia y la imbecilidad del ser humano, desgraciadamente muchos blogueros piensan que con escribir lo que ellos consideran que están cerca de la realidad y parten de casos particulares establecen principios generales. Había un comunicador de la TV de Televisa en México, me parece que era Velasco, quien afirmaba que lo importante no es saber sino hacer creer a la gente que se sabe, es decir, apantallar para ocultar la ignorancia cuando en el fondo su mente esta vacía, y así tenemos que una parte, no la mayoría, comenta basado en las “noticias” de TVN o del duopolio periodístico que aplasta al paisito desde la llegada de la Concertación (porque con el sátrapa había más libertad de prensa, generada por la presión internacional, que la que hay ahora partiendo del gobierno en “la medida de lo posible” y terminando con Bachelet ). Esa es la razón que cuando veo a los tontitos opinando utilizo la palabra huevón o tonto de capirote. Cuando opino no trato de meterle a nadie mis ideas, solo informo lo que pienso y lo que he estudiado, ya sea comprando libros desde Chile o si lo encuentro disponible en Internet, y como lo planteo al comenzar a escribir, la palabra huevón en mi modesta opinión forma parte del folclore, pues así como significa amigo, también significa tonto o ignorante de acuerdo al contexto en que fue dicho o escrito.

Hace unos días atrás leyendo unos comentarios acerca de los candidatos presidenciales le conteste a un “huevón” acerca que había más propuestas como la de Marcel Claude. Este caso es interesante porque relata el sistema de información que hay en Chile, todos conocen a Michelle, Velazco, Orrego, el MEO, J. A. Gómez, Allamad, Golborne, Jocelyn-Holtz, Parisi, pero además hay una mujer presidenta de la Andha y apoyada por el Partido Igualdad de candidata y Marcel Claude que nadie quiere nombrar  y al que todos ignoran quien ya posee un programa que contiene todos los puntos que proponen los estudiantes y la comunidad y aún está abierta para agregar y afinar detalles, en dicho comentario califico de huevón a un bloguero por la ignorancia supina con que opina y le recomiendo leer el programa de Marcel. Grande fue mi sorpresa cuando otra bloguera a través de Facebook  me comenta que le dio mucha pena mi comentario porque no se puede tratar de “wn” a uno bloguero y agrego que “nadie en su sano juicio lo haría”, finaliza este mensaje agregando que no se acercaría a mi propuesta por miedo a ser insultada y descalificada desde el comienzo. Más adelante me censura como en los peores tiempos de la dictadura agregando que ella “en época de dictadura le toco reportear y escribir artículos en los medios alternativos cuando el estado de sitio cerraba las pocas revistas que habían y que ella cree que hay que estar donde las papas queman para hablar” y se despide con mucha vergüenza ajena conmigo. Bueno, yo no trato de convencer a nadie, invito a la gente a leer, informarse y no opinar porque así lo siente (feeling en shileno) o así le parece, trato de evitar que la gente parta de un caso particular y saque conclusiones válidas para todos, expreso mi opinión porque vivo en un país libre, al menos así aun lo pienso con respecto a las opiniones blogueras, y si alguien no está de acuerdo y se muestra huevón, seguiré ese criterio y  le continuare induciendo a comportarse racionalmente y si al final veo que no hay caso, como el del estúpido de Shultz (probablemente se cree ario) y Matus ( me hace recordar a Nixon cuando se refirió al compañero Allende como “son of a bitch”), sencillamente los ignoro y me los salto porque no trato de ser profeta sino de exponer mis principios.

Yo digo, ¿Qué dirá esta señora ante comentarios como los que aparecen hoy en día (Domingo 24 de Marzo de 2013) en un periódico digital con respecto al apoyo de Fidel a Bolivia?:

Gabriel Matus · Este viejo de mierda se está muriendo y sigue hueviando y apoyando causas perdidas sobre todo a este simio de Morales hdp mal nacido

Victor Schulz · Y ahora... hasta el cocalero Morales y lacayo del narcotráfico se siente con el derecho de llevar a Chile ante la Haya.... gran oportunidad para que Chile se retire de la Haya... y deje a peruanitos y bolivianitos expansionistas... tamboreando en un cacho.

 

Bueno, ante las expresiones de estos dos cultos representantes de la derecha, la verdad es que parezco un niño de teta. ¿Cómo definiría esta señora a Fernando Alegría con su bello poema “Viva Chile Mierda”?, ¿sentirá tristeza y pena? me imagino que sí. Como siento que lo chileno está volviendo a mi personalidad entonces creo que debemos dejarnos de huevadas, dejarnos de discutir si la palabrita amerita más espacio y empecemos a criticar seriamente a nuestros comunicadores sociales mediocres, los artistas de la farándula hueca, los periodistas pagados y también los serios cuando usan tantas palabras en español y las  sustituyen por palabras en inglés, dejémonos de hablar del bulling porque en nuestro idioma es ma-to-na-je, si señor matonaje y el que lo practica es un matón, dejemos de usar la palabra pick porque en español se dice pico y no necesariamente significa pene, olvidémoslos del outsourcing, del number one, del feeling  del six pack o simplemente del pack, y cientos de palabras anglicanas que no pueden ser anglicanismos porque las tenemos en nuestro idioma. No caigamos en el trauma Filipino, donde un 20% de la población estudia y escribe en Ingles, el lenguaje oficial, sin embargo el 80% solo habla tagalo u otra lengua y no tienen idea del lenguaje gringo impuesto durante la ocupación de la segunda guerra mundial. Aprendamos a querer nuestro idioma que por algo es uno de las cinco lenguas romances derivadas del latín y no aceptemos el uso champurreado del inglés y usemos los blogs para criticar a los columnistas que usan y abusan de ellas.

 

Finalmente, tengo un pajarito en mi casa, es un cockataiel y su nombre es “huevón”. Apenas me siente cuando llego en la tarde el huevón empieza a cantar, es muy alegre y no se siente ofendido con su nombre y hasta parece que le gusta.

 

 

Diego E. Barahona Peña

 

www.dbarahona.com

www.elinconforme.com

 

Primavera del  2013

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